Cómo superar el pánico escénico al hablar en público
Hablar en público puede ser aterrador, pero con la preparación y la mentalidad adecuadas, puedes convertir el pánico escénico en entusiasmo.
Es natural sentirse nervioso antes de dar un discurso o una presentación. De hecho, sentirse ansioso es una señal de que te importa lo que estás diciendo y quieres hacerlo lo mejor posible.
Tanto si das un discurso delante de un grupo pequeño, como si te diriges a una audiencia de miles de personas, el proceso será similar. Para ayudarte a superar los nervios, he reunido algunos consejos sobre cómo superar el pánico escénico al hablar en público. Comencemos:
La confianza es la clave
Si te sientes ansioso antes de ponerte delante de un público, intenta hacer una pausa y recuperar la confianza en ti mismo. Recuerda las habilidades y destrezas que te han llevado a este punto en primer lugar. Si no te sientes bien con el tema que vas a tratar, intenta elegir otro.
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Si te sientes nervioso por el discurso en sí, intenta dar un paso atrás y ver el panorama general. ¿Estás nervioso porque te preocupa hacer un buen trabajo? ¿O está nervioso porque le preocupa lo que los demás piensen de usted? Si es lo segundo, intenta centrarte en lo primero.
Si estás nervioso, intenta relajarte y respirar. Los nervios ponen a tu cuerpo en un estado de lucha o huida. Esto puede provocar síntomas físicos como mariposas en el estómago, temblores, sudoración y aceleración de los latidos del corazón.
Domina tu material
Esto puede parecer obvio, pero conocer tu material es el primer paso para sentirte seguro en el escenario. No tienes que memorizar todo tu discurso, pero al menos deberías estar muy familiarizado con los puntos que quieres exponer. Asegúrate de que tus notas sean breves y concisas.
Además, asegúrate de leer tu discurso un par de veces antes de la presentación. Esto no sólo te ayudará a memorizar tus palabras con más facilidad, sino que también te ayudará a identificar los puntos débiles de tu discurso. A continuación, puedes utilizar las marcas de revisión para tomar notas sobre lo que debes mejorar.
Cuenta una historia
Cuando estás nervioso, puede ser fácil caer en un patrón de nerviosismo. Las historias pueden ayudar a romper este patrón creando un enfoque nuevo y diferente. En lugar de pensar en tu nerviosismo, puedes poner tu atención en la propia historia, lo que te ayudará a relajarte.
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Además, las historias nos ayudan a conectar con los demás, lo que puede ser especialmente útil si te diriges a un público numeroso. Lo que quieres es asegurarte de que tu audiencia está comprometida e interesada en lo que tienes que decir. Una historia puede ayudarte a conseguir ese objetivo.
Una buena historia tiene un punto claro y una lección que aprender. Tenlo en cuenta cuando elijas y prepares tu historia, para que puedas comunicar esa idea cuando des tu discurso.
Haz contacto visual y supera el pánico escénico
El contacto visual es una parte importante al hablar en público. Pero, cuando estás supernervioso, puede ser difícil hacerlo.
Hay algunos trucos que puedes utilizar para que el contacto visual sea mucho más fácil:
- Concéntrate en una persona del público cada vez, evitarás sentirte abrumado por toda la sala.
- Coloca tus notas de forma que no estorben, no te vas a distraer mirándolas mientras hablas.
- Mantén una mirada suave y no mires fijamente. Así evitarás parecer agresivo o intimidante.
Si sigues teniendo problemas para establecer contacto visual, trata de visualizar a tu público en ropa interior o algo así. Puede parecer una tontería, pero puede ser útil para romper el hábito nervioso de evitar el contacto visual.
Practica, practica, practica
No tienes que ser perfecto cuando salgas al escenario. De hecho, esperar la perfección puede ser una receta para el desastre. En lugar de eso, céntrate en mejorar tus habilidades.
Practica delante de un pequeño grupo de amigos o familiares. Pídeles que te den una opinión sincera y toma nota de las cosas que tienes que mejorar. Una vez que te sientas cómodo con el material, intenta practicar frente a un pequeño grupo de personas que no te conozcan.
Si tienes tiempo, asiste a una clase de oratoria en una universidad cercana. Estas clases suelen ser baratas y pueden ayudarte a mejorar tus habilidades de oratoria sin la presión de una presentación real.
Conclusiones
No hay forma de superar por completo el pánico escénico o el miedo a hablar en público. Pero hay medidas que puedes tomar para reducir ese miedo y hacer que el proceso sea mucho menos estresante.
Intenta dormir lo suficiente, comer bien e hidratarte en los días previos a tu discurso. Estas medidas pueden ayudar a reducir el estrés general y hacer que te sientas más tranquilo.
Durante los días previos a tu presentación, asegúrate de dedicarte tiempo a ti mismo. Intenta no sobrecargarte de trabajo durante estos días y asegúrate de equilibrar el trabajo con el descanso y la relajación siempre que sea posible.
Cuando llegue el día de tu discurso, intenta dormir lo suficiente y comer un bocadillo saludable antes de subir al escenario. Esto puede ayudarte a ganar confianza, a sentirte más relajado y a evitar que se te olvide accidentalmente lo que tenías previsto decir durante el discurso.