La publicidad comparativa y algunos ejemplos
La publicidad comparativa es una estrategia de marketing en la que un mensaje publicitario compara a dos o más marcas nombradas de forma específica, y las evalúa en términos de uno o más atributos específicos.
Esta estrategia llega a ser contraproducente, si el anunciante presenta a su competidor de una forma desagradable o negativa. Aun cuando algunos anuncios comparativos son positivos o producen en el consumidor el cambio de actitud buscado, también suele disminuir la credibilidad y dar como resultado un mayor desgaste de la fuente.
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Pros y contras de la publicidad comparativa
Si quieres tener una idea clara, consulte nuestras consideraciones sobre el tema que figuran a continuación.
Entre las ventajas de la publicidad comparativa se encuentran las siguientes:
- Aumento del conocimiento de la marca: Si comparas tus productos con los de una marca más grande, puedes aumentar el conocimiento de tu marca de forma significativa. Proporcionar datos razonables que hagan de tu empresa una mejor decisión que una marca conocida es una forma eficaz de atraer la atención de un gran público, lo que redundará en favor de tu marca.
- Decisiones más informadas de los clientes: Los consumidores a menudo no investigan porque se han acostumbrado a comprar ese artículo concreto durante años. No están familiarizados con la situación de su nicho y, por lo tanto, la publicidad de la competencia es un factor de cambio en este caso. Incluso puedes demostrar los defectos de tus competidores, pero ten en cuenta que debes cubrir la forma en que superas a los competidores en este aspecto particular también.
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Sin embargo, hay algunas desventajas tangibles que debes tener en cuenta.
- Tu marca puede estar sujeta a la ley: Este es el peor resultado, pero aún así, todo vendedor puede enfrentarse a él. Comprueba y demuestra todas las afirmaciones que haces en tu anuncio para evitar disputas legales. No engañes a tus consumidores y sigue las reglas que hemos visto en la sección anterior.
- Puedes dañar tu reputación: Comparar tu marca con una empresa más pequeña y abusar de ella puede ahuyentar a tus clientes. La gente puede percibir esta estrategia como un truco barato, así que no vayas demasiado lejos con tus afirmaciones. Recuerda que tu anuncio debe ser desenfadado.
- Puedes perder clientes: Esto puede ser la consecuencia de su reputación dañada. No solo te arriesgas a malgastar el dinero en publicidad ahuyentando a los clientes potenciales, sino a perder a los que ya tienes, que podrían considerar que tu marca no es digna. No olvides que su objetivo principal aquí no es disminuir los logros de tu competidor, sino destacar los tuyos.
A pesar de todos los riesgos y desventajas, la publicidad comparativa sigue siendo una gran estrategia de marketing. Las grandes marcas la eligen a menudo para sus campañas, como las de los ejemplos de más abajo.
Ejemplos de publicidad comparativa
Las grandes marcas a veces se burlan de otras marcas para causar una buena impresión, pero las bromas son amables y desenfadadas. El ejemplo perfecto es la popular campaña de Apple en la que se compara a sí misma con Microsoft.
O también podríamos ver horas de comerciales en las que Pepsi y Coca-Cola se declaran el mejor refresco del mundo.
¿La publicidad de comparación es legal?
Sí, definitivamente es legal. La publicidad comparativa hace que las empresas se desarrollen más rápidamente y generen ideas innovadoras en un entorno altamente competitivo.
Además, este tipo de publicidad atrae la atención del usuario, desvela las mejores características de varias alternativas de la competencia y permite a los consumidores tomar una decisión informada.
Sin embargo, no hay que olvidar que hay leyes especiales que pueden regir en cada país, como es el caso de la Ley Lanham, que regula la publicidad falsa en Estados Unidos.
En términos sencillos, cuando produzcas anuncios comparativos, recuerda que debes hacer referencia a alguna investigación científica, estudio o cualquier resultado verificable. No puedes decir simplemente que tu medicamento es la mejor opción para tratar una intoxicación alimentaria. Tales afirmaciones necesitan investigaciones exhaustivas, experimentos y pruebas científicas.
Para estar seguros, las empresas NO deben:
- Engañar a sus consumidores proporcionando información ambigua
- Contradecir los hechos y los resultados de las investigaciones
- Manipular los datos indiscriminadamente