¿Qué es la memoria auditiva?
La memoria auditiva es la capacidad de asimilar la información recibida de forma oral o hablada, es decir: procesarla, almacenarla en la mente y recordarla cuando se necesite. Básicamente, implica las habilidades de atender, escuchar, procesar, almacenar y recordar.
Un gran porcentaje de lo que aprendemos lo hacemos a través de la palabra hablada.
La frustración de hablar con personas cuando la información les entra «por un oído y les sale por el otro» es conocida por todos; y en el caso de los niños con una memoria auditiva deficiente, esta debilidad puede tener graves consecuencias en el ámbito del aprendizaje.
Importancia de la memoria auditiva
Si una persona tiene problemas de memoria auditiva, puede tener dificultades para seguir instrucciones y prestar atención. Como los individuos con este problema solo captan fragmentos de lo que se dice, solo entienden un poco de lo que escuchan. Después, solo pueden recordar una parte mínima o nada de lo que se ha dicho.
Los alumnos con deficiencias en la memoria auditiva suelen tener dificultades para desarrollar una buena comprensión de las palabras, recordar términos e información que se han presentado oralmente, por ejemplo, en las clases de historia y ciencias.
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La memoria auditiva infantil
Un estudio de Tirosh y Cohen (1998) descubrió que la memoria auditiva a corto plazo estaba significativamente relacionada con el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) y los problemas de lenguaje.
Riccio y su equipo (2007) compararon el aprendizaje y la memoria de los niños con Trastornos Específicos del Lenguaje (SLI) con 30 niños de funcionamiento normal en la Escala de Memoria Infantil.
Los resultados indicaron que los niños del grupo con SLI mostraron puntuaciones significativamente más bajas en los índices y subpruebas auditivas en relación con el grupo de control. En cambio, no hubo diferencias entre los grupos en los índices y subpruebas visuales.
La memoria auditiva en la educación
Esta memoria también desempeña un papel crucial en la educación: es un área del procesamiento auditivo que influye directamente en las habilidades de lectura, ortografía, escritura y matemáticas. Kurdek y Sinclair (2001) midieron la memoria auditiva en niños de preescolar y descubrieron que la preparación de la memoria auditiva predecía el rendimiento posterior en lectura y en matemáticas en cuarto curso.
Los niños con una memoria auditiva deficiente pueden tener dificultades para reconocer los sonidos y relacionarlos con las letras, un síntoma común de una discapacidad lectora o dislexia.
«La memoria auditiva es probablemente la deficiencia de la habilidad de aprendizaje más prevalente pero más a menudo pasada por alto», dice la terapeuta educativa Addie Cusimano (2010).
«A lo largo de mis años de pruebas, he encontrado un mayor porcentaje de estudiantes con debilidades en el área auditiva que en cualquier otra área de habilidades de aprendizaje, incluso entre aquellos estudiantes que no clasificaríamos como discapacitados para el aprendizaje.
Además, la mayoría de los niños que padecen trastornos de déficit de atención y/o hiperactividad tienen graves deficiencias en la memoria auditiva. Estos niños necesitan desesperadamente un remedio en las áreas de habilidades auditivas.»
Las voces y sus efectos en la memoria auditiva
La investigación de la naturaleza de la representación de la voz como señal de memoria es esencial para comprender la memoria auditiva y los correlatos neurales que la sustentan.
Los estudios conductuales y electrofisiológicos sugieren que, aunque la reintegración de la voz específica (es decir, el mismo hablante) a menudo parece facilitar la memoria de las palabras incluso sin prestar atención a la voz en el estudio, la presencia de un beneficio parcial de voces similares entre el estudio y la prueba es menos clara. En cuanto a los experimentos de memoria explícita que utilizan voces desconocidas, los métodos de codificación parecen desempeñar un papel fundamental.
Se han encontrado efectos de congruencia de voz cuando se atiende específicamente a la voz en el estudio (es decir, cuando tiene lugar una codificación perceptiva relativamente superficial).
También hay pruebas que sugieren que los efectos de la voz pueden encontrarse en paradigmas de memoria implícita (Tipo de memoria en la que las experiencias previas ayudan en la ejecución de una tarea, sin que exista una percepción consciente de la existencia de esas experiencias.)
En palabras más simples: los individuos con problemas de memoria auditiva que se apegan a una voz ya conocida, pueden memorizar mejor aunque no estén prestándole atención a esa voz que les está hablando. Es algo similar a lo que nos puede pasar a todos cuando escuchamos música, de repente nos aprendemos la letra de una canción sin siquiera haberle prestado atención…