La voz narrativa: Qué es y cómo utilizarla con éxito
La voz narrativa es la forma en que un narrador cuenta una historia, y es clave para mantener a tu audiencia enganchada.
Si tienes amigos escritores, pregúntales sobre sus experiencias y los retos a los que se han enfrentado. Podrán darte consejos basados en la experiencia personal, no sólo en la teoría. Todo el mundo se encuentra con diferentes retos a la hora de escribir; por ejemplo, a algunas personas les cuesta empezar o les resulta difícil llegar a la mitad de sus historias.
Es importante recordar que cada persona escribe a un ritmo diferente y en distintos momentos del día; no hay una forma correcta o incorrecta de hacer algo.
Esta publicación pretende ser un punto de partida, algo a lo que puedes volver cuando empieces a escribir tus primeros borradores y necesites algo de inspiración. Sin embargo, una vez que empieces a escribir, no te prives de hacer cambios si crees que algo podría estar mejor redactado o estructurado para que fluya mejor. Al fin y al cabo, la práctica hace la perfección.
¿Qué es la voz narrativa?
La voz narrativa es la forma en que un narrador habla directamente al lector, como si estuviera contando una historia. Es una parte crucial de la escritura de ficción porque nos dice mucho sobre los personajes y el mundo que has creado.
Puede escribirse en primera, segunda o tercera persona.
La voz narrativa influye enormemente en lo que el lector siente por la historia y sus personajes, y es fundamental tenerla en cuenta a la hora de escribir.
Lo que el autor decide mostrar al lector y cómo presenta su historia depende de la voz narrativa que elija. Ya sea en primera o en tercera persona, cada voz narrativa tiene su propio estilo y tono que afecta a la forma en que el lector recibe la historia.
Así, el autor puede utilizar la voz narrativa para crear determinados estados de ánimo o establecer un tono particular.
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¿Cómo encontrar la voz narrativa?
Si te cuesta encontrar tu voz narrativa, puede ser útil pensar en quiénes son tus personajes y cómo contarían la historia.
¿Están contando la historia desde su propia perspectiva, o sería más apropiado un personaje diferente?
He aquí algunas cuestiones que hay que tener en cuenta a la hora de buscar la voz narrativa:
- ¿De quién trata la historia? Considere los personajes principales y cuál es su papel en la historia.
- ¿Cómo contarían la historia?
- ¿Quiénes son los personajes principales?
- ¿Cuáles son sus personalidades y cómo actúan? Esto puede ayudarte a decidir cómo narrar la historia.
- ¿De qué trata la historia?
- ¿Cuál es el tema central de la historia?
- ¿Qué quieres que los lectores se lleven de la historia? Esto puede ayudarte a determinar la voz narrativa que quieres utilizar.
- ¿En qué estado de ánimo quieres que se encuentren tus lectores al leer tu historia? Esto puede ayudarte a decidir qué voz narrativa utilizar.
Mantener el interés de los lectores con el diálogo
El diálogo es la conversación entre los personajes; es la forma en que interactúan entre sí y con otros personajes de la historia. Es una herramienta fundamental que puede utilizarse para desarrollar a los personajes, revelar puntos de la trama y hacer avanzar la historia.
Al igual que con la voz narrativa, es importante tener en cuenta las diferentes formas en que se puede contar una historia. El diálogo puede escribirse en primera o tercera persona. También puede escribirse en diferentes tiempos, lo que afectará a la percepción del lector.
- En primera persona, los personajes hablan en tiempo presente, lo que hará que parezca que el lector está allí con ellos. Esto puede ser muy eficaz, pero también puede dificultar que el lector se separe de la historia.
- En tercera persona, los personajes hablan en pasado, lo que resulta menos dramático y atractivo que en primera persona. También puede ser útil utilizar «él» o «ella» en lugar de dar los nombres de los personajes, lo que puede hacerlos más identificables.
Utiliza un lenguaje descriptivo para ambientar la obra
Describir la atmósfera y el escenario de la historia puede dar al lector una mejor visión del mundo que has creado.
Para ello, es importante utilizar las palabras y estructuras oracionales adecuadas. Por ejemplo, si estás escribiendo una historia espeluznante, puedes incluir palabras como «silencioso», «ominoso», «de puntillas» y «espeluznante» para crear una atmósfera espeluznante.
Si estás escribiendo una historia dramática, puedes incluir palabras como «explorado», «decidido» y «resuelto» para crear el ambiente. Hay muchas formas de hacerlo, como utilizar adjetivos, metáforas, símiles y onomatopeyas. Los adjetivos son palabras que se utilizan para describir sustantivos, como «brillante» y «chispeante».
Las metáforas son frases que comparan dos cosas diferentes que no suelen asociarse entre sí, como «un camino oscuro» o «una torre de naipes».
Los símiles son frases que comparan directamente dos cosas, como «brillante como un diamante» o «tambaleante como un castillo de naipes». Las onomatopeyas son palabras que suenan como los ruidos que representan, como «chirrido» o «swoosh».
No olvides el escenario
El simple hecho de meterse en la historia puede ser realmente beneficioso, sobre todo cuando se trata de encontrar la voz narrativa.
Imagina que estás en el escenario, en medio de una historia que puedes controlar y manipular a tu antojo.
- ¿Cuál es el escenario?
- ¿Cuántas personas hay en el público?
- ¿Cuál es el ambiente de la escena?
- ¿Es dramática? o ¿Es divertida?
- ¿Quiénes son los personajes?
- ¿En qué parte de la historia están?
- ¿Qué hacen?
Esto es sólo un punto de partida, pero puede ser útil cuando intentes encontrar la voz narrativa. Si te metes en la historia, comprenderás mejor aspectos como el estado de ánimo, el tono y la forma en que quieres que se cuente la historia.